Carod-Rovira se ha jactado en varias ocasiones de poseer una colección privada bastante amplia y completa de libros de todo tipo. Pues bien, gran parte de esa biblioteca salió ni más ni menos de su etapa como Jefe de los Servicios Territoriales de Cultura en nuestra provincia.
Durante ese periodo Carod-Rovira, se adueñó indebidamente de más de 800 libros que debían ser distribuidos entre las bibliotecas públicas de la demarcación. Cualquiera que conozca la casa de Carod-Rovira habrá podido comprobar in situ la cantidad de libros que se apilan en sus estanterías. Tantos que incluso los tiene apilados en la terraza de su dúplex.
No contento con esto, facilitó las llaves de la oficina de los Servicios Territoriales de Cultura a su esposa para que fuera de horario laboral ésta realizara llamadas privadas de larga duración a Suiza. Esta última indecencia fue detectada en la factura telefónica de la oficina y al ahora Vice-President se le pidió que abonara las cantidades correspondientes a dichas llamadas.
Seguiré informando de más indecencias...